Sídney nos recibió con la peor tormenta de los últimos 10 años en Australia, por suerte aterrizamos vivos tras haber pasado la turbulencia nocturna de más de 2 horas. Una vez en tierra nos tomamos un taxi y en el medio de la inundación pudimos llegar a la casa de nuestra Couchsurfing en Hillsdale (30 min al sur del centro). Al día siguiente todo parecía la película “el día después de mañana” todos los arboles caídos y los paraguas rotos en medio de la calle, parecía que habíamos llegado a unos de los barrios de walking dead, no a Sidney. Por suerte el desastre duro solo un día y luego volvió todo a la normalidad.
Recorrimos Sidney en 10 días, obviamente estábamos desesperados por conocer la famosa Opera que está ubicada en Circular Quay (lo más céntrico), claro que vale la pena, es hermosa por dentro y por fuera, de día y de noche. Al ser backpackers y recién llegados no tuvimos la oportunidad de pagar unos 70 dólares para ver una función adentro y escuchar la acústica pero más adelante veremos qué pasa. Frente a la opera esta el Harbour Bridge, otra típica postal del lugar. La ciudad es enorme, hay varios barrios como ser el chino, italiano, español, y más, es imposible recorrer Sidney en pocos días, dado que lo que conviene es hacerlo a pie, para no perderte todos los detalles. Miles de restaurantes, supermercados, casas de ropa para todos los gustos, 7 eleven, muchos parques/gardens llenos de flores e impecablemente cuidados.
Cenar en Sidney es lo más difícil de la vida, tenés todas las variedades del mundo. Como mochileros que somos hemos cenado panchos por 1 dólar en un bar (fue una eventualidad) pero no es la realidad, cenar en un restaurante en Sidney no baja de los 50 dólares por persona. Nunca tuvimos la oportunidad de hablar con Australianos viviendo en esta ciudad enorme, repleta de extranjeros, la gente local casi no existe en esta ciudad.
Alguna de las actividades que hicimos en Sidney como turistas fueron recorrer el acuario SEALIFE, el parque temático WILDLIFE, vimos los animales típicos, MADAM TUSAW, el museo de cera y TOWER EYE, el mirador más alto de Sidney, la entrada de cada atracción tiene un costo de 15/20 dólares, realmente no recomiendo más que el mirador, las demás no valen la pena.
Alejándonos del centro, queríamos ir a visitar a los canguros, nos tomamos un tren y viajamos 2 horas hasta el PARQUE MORRISET ubicado en la estación Morriset haciendo combinación en STRATHFIELD la línea Central Coast and New Castle (roja), donde se encuentran viviendo cientos de ellos. Esta fue mi excursión favorita, pudimos alimentarlos y verlos en libertad, había de todos los tamaños y eran muy amistosos. Recomiendo no ir los fines de semana, dado que no hay buses para llegar al parque y tienes que caminar más de 1 hora, desde que bajas del tren y también recomiendo comprar previamente zanahorias para poder alimentarlos y sacarte fotos de cerca.
Blue mountains, es otra típica excursión de la ciudad, se encuentra solo a 1 hora y media de viaje en tren desde la estación central hasta la estación Katoomba, el viaje solo cuesta 9 dólares ida y vuelta, y hay más de 3 servicios diarios. También hay que caminar mas o menos 1 hora o pagar un micro que nunca averiguamos el precio. Básicamente es un mirador rodeado de montañas y cuando el día esta soleado o no nublado se ve el fondo azul, es muy bonita la vista pero es solo eso.
Playas: por desgracia llegamos a fin de abril donde el frio y lluvia nos acompañaban a diario, solamente tuvimos la suerte de conocer Bondi Beach, una de las playas más famosas de Sidney, es realmente como en las películas, una playa hermosa y amplia y el mar es súper azul, está lleno de surfistas, realmente un paraíso.
Resumiendo esto es lo que vivimos en la ciudad más famosa y conocida de Australia. Ojala tengamos la oportunidad de volver a recorrer sus calles y parques tan hermosos. Les dejo fotitos de lo que fui nombrando..